Réussir sa transition vers le cloud

Tribuna de experto

¿Migrar a la nube o cómo hacer una transición con éxito?

No hay un único camino hacia la nube.  Dependiendo de la situación existente y de las expectativas de las empresas, son posibles caminos diferentes para sacar el máximo partido a la nube desde el punto de vista técnico, económico y funcional. Emeric Deblicker, Business Excellence Director en VISEO, nos lo explica.

En 2021, la necesidad de pasar a la nube ya no se discute. La crisis sanitaria nos ha recordado una vez más la importancia de que las empresas ganen en agilidad y resiliencia. Durante las fases iniciales de la pandemia, tuvieron que implantar nuevos procesos y, para algunos, reinventar completamente su modelo de negocio. Sólo la nube puede hacer posible estos cambios de dirección de forma rápida.

 

Más allá de los retos técnicos y empresariales, las organizaciones han comprendido las ventajas, en un contexto de crisis, de suscribirse y pagar por los servicios en función de su uso, en lugar de realizar grandes inversiones en activos difíciles de amortizar en el tiempo.

 

Aunque cada vez se cuestiona menos migrar a la nube, hay tantas formas de llegar a ella como empresas. Una estrategia de "movimiento a la nube" debe tener en cuenta un gran número de especificidades funcionales y organizativas. El término "mover a la nube" abarca en sí mismo una serie de proyectos, algunos de los cuales están relacionados con las TI -migración de infraestructuras- y otros con el negocio -migración de aplicaciones.

 

"Lift and shift" o solución nativa en la nube

 

La nube no borra por arte de magia lo que las empresas ya tienen. A lo largo de los años, algunas empresas han aprovechado su ERP invirtiendo masivamente en escenarios y desarrollos específicos. Cuando esta última da un buen resultado general desde el punto de vista del uso y la mantenimiento, el interés por cambiar a una versión en la nube se reduce considerablemente. No obstante, el interés puede residir en la migración de la infraestructura subyacente al ERP a la nube. Se trata de la técnica "lift and shift", que consiste en tomar la aplicación local y migrarla tal cual a un entorno de Cloud. Con este cambio de infraestructura, la empresa puede ganar en agilidad, seguridad, escalabilidad y optimizar sus costes. Los beneficios son técnicos y/o económicos, pero no funcionales.

 

Segundo escenario: el ERP es difícil y caro de mantener, sus complejos procesos ya no ofrecen la agilidad necesaria y se plantea la cuestión de pasar a su versión en la nube. Una fase de alcance preliminar le permitirá evaluar las ventajas de dicha migración. De hecho, una solución en la nube a veces cambia las expectativas de la organización. A diferencia de una solución local personalizable, ofrece menos posibilidades de adaptación y proporciona una base estándar en la que debe ser posible amoldarse.  

 

Este análisis funcional mide las diferencias entre los procesos existentes en el ERP local, las necesidades reales de la organización y lo que la versión en la nube puede proporcionar. Este estudio de cualificación requiere una buena comprensión del negocio de la empresa, pero también un conocimiento profundo de la solución ERP en la nube que se está considerando para ver qué margen de maniobra, en términos de personalización, es posible y a qué coste.  

 

La empresa también debe estar al tanto de las evoluciones funcionales previstas por el editor en su hoja de ruta de I+D y este trabajo de seguimiento no se detiene en la fase de análisis o de despliegue. Al elegir la nube, una empresa ha optado por una solución estandarizada, pero también escalable. A intervalos regulares, se verá obligado a cambiar de versión. Esto la sitúa en un proceso de cambio continuo.

 

Una redefinición de roles  

 

En términos más generales, el "paso a la nube" redefine las funciones de los agentes del mercado. Las empresas de consultoría tienen un papel más activo en el ciclo de vida de una solución. Antes, entregaban la solución y proporcionaban apoyo. Hoy en día, ofrecen servicios continuos, con compromisos de calidad (SLA).  

 

La concultora desempeña un papel diferente. Mientras que el componente de parametrización y desarrollo específico disminuye, participa en la cualificación del proyecto, la demostración de las ventajas de los procesos estándar, la garantía de la recuperación de los datos y la supervisión de la gestión de los cambios. La empresa de servicios también participa en un ciclo de seguimiento e innovación continua. Ya no se trata sólo de prestar servicios de soporte y mantenimiento de aplicaciones de terceros, sino de acompañar a la empresa en las actualizaciones de versión y en la adopción de nuevas funciones introducidas por las actualizaciones de software.

 

Este cambio de modelo introduce nuevas competencias en consultoría. Por ejemplo, el responsable del éxito de los clientes se encarga de que la solución se utilice correctamente y de que los usuarios se familiaricen con las nuevas funciones. El experto en FinOps optimizará el consumo de los recursos de la nube.  

 

En las empresas, la nube también está influyendo a las organizaciones. El uso de la nube está llevando a las unidades de negocio a cuestionar sus prácticas y a revisar sus procesos para simplificarlos u optimizarlos. Liberado de un cierto número de tareas de administración de sistemas y servidores, el departamento de TI dedicará más tiempo a la gestión de los contratos con los proveedores, la integración de los distintos servicios en la nube, la seguridad de los datos y la innovación tecnológica.